acariciar o azariziar

    La forma correcta de acariciar/ azariziar ¿debe escribirse con la letra ‘g’ o con la letra ‘j’?¿Tienes dudas entre escribir acariciar o a lo mejor el término azariziar? No debes apurarte, podemos ayudarte. A menudo nos encontramos con muchas personas que experimentan cierto titubeo, y pasa debido a que en castellano tanto acariciar como azariziar suenan del mismo modo. Debido a esta semejanza a nivel fonológico, es habitual no estar seguros de cuál es la manera adecuada de escribir esta palabra, si como azariziar o como acariciar. Pero no queremos desperdiciar más tiempo dando rodeos, entre azariziar y acariciar, la manera adecuada de escribir este vocablo es: acariciar. Además de obsequiarte con esta contestación a la pregunta que te hacías, nos gustaría mostrarte consideraciones que debes tener en cuenta para cuando se te manifiesten dudas con respecto a en qué circunstancias se escribe ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. Así cada vez experimentarás menos titubeo del tipo ‘¿El modo correcto será escribir acariciar o quizá es azariziar?’

    acariciar

    azariziar

    Propuesta para escribir del modo correcto acariciar

    No deberías dudar entre acariciar y el término azariziar a la hora de escribir, ya que tan solo existe una forma viable para escribir esta palabra de forma correcta, y es: acariciar. La palabra azariziar sencillamente no arroja ningún resultado cuando lo buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Para que no se te olvide fácilmente la manera en que deberías escribir acariciar, te proporcionamos su definición del diccionario:

  1. Pasar suavemente la mano o los dedos sobre el cuerpo de una persona o animal, como demostración de afecto.
  2. Pasar suavemente la mano o los dedos sobre una superficie, tocar con suavidad alguna cosa, rozar alguna cosa a otra con suavidad. Ejemplo: Acariciar las cuerdas con el arco del violín.
  3. Producir alguna cosa suave una sensación agradable. Ejemplo: Una dulce melodía acariciaba mis oídos.
  4. Sentir placer con una idea o propósito que se piensa realizar. Ejemplo: Acariciar la idea de emprender un viaje alrededor del mundo.