austeridad o austerridad

    El término austeridad/ austerridad ¿se tiene que escribir con ‘g’ o con la letra ‘j’?¿Sientes indecisión entre escribir el término austeridad o bien el término austerridad? Tranquilo, podemos ayudarte. Son numerosas las personas que sienten cierto titubeo, y pasa debido a que en español tanto austeridad como austerridad son muy similares en su pronunciación. A raíz de esta similitud en su sonido, es usual sentir dudas en cuanto a cuál es la forma adecuada de escribir esta palabra, hacerlo escribiendo austerridad o lo que debes hacer es escribir austeridad. No queremos hacerte perder más tiempo dando rodeos, entre austerridad y austeridad, la forma acertada de escribir esta palabra es: austeridad. Amén de darte esta respuesta que estabas buscando, nos gustaría mostrarte algunas aportaciones más para cuando te encuentres con dudas con respecto a en qué oportunidades se debe escribir ‘g’ y en qué otras se debe escribir ‘j’. De esta manera cada vez tendrás menos vacilación del tipo ‘¿Debería escribir austeridad o acaso es austerridad?’

    austeridad

    austerridad

    Consejo para escribir siempre como es debido austeridad

    Nunca jamás te sientas dubitativo entre la palabra austeridad y la palabra austerridad cuando debas escribir, debido a que tan solo nos encontramos con una forma posible de escribir esta palabra adecuadamente, y es: austeridad. El término austerridad sencillamente no corresponde a ninguna palabra que se encuentre en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Con la finalidad de que no se te olvide fácilmente cómo se debe escribir austeridad, su definición del diccionario:

  1. Severidad, rigor en el ajuste a las normas de la moral o ética.
  2. Cualidad de austero o austera.
  3. Sin adorno, carente de ornato o lujo alguno.
  4. Régimen económico propuganado por el neoliberalismo de recorte de gastos en época de crisis (de uso reciente, procedente del inglés austerity y no recogido en el Diccionario de la Real Academia Española).
  5. Régimen de vida en el cual se reducen al mínimo los gastos eliminando aquellos superfluos dejando sólo los más básicos e imprescindibles; muchas veces incluso sacrificando algunos de estos. Uso: por extensión