chubasquero o chubasquerro

    La forma correcta de chubasquero/ chubasquerro ¿se escribe con ‘g’ o con la letra ‘j’?¿Tienes dudas entre escribir chubasquero o bien la palabra chubasquerro? Tranquilo, aquí estamos para ayudarte. A menudo nos encontramos con muchas personas que experimentan la misma duda que tú, y ocurre porque en español tanto chubasquero como chubasquerro suenan del mismo modo. A raíz de este parecido a la hora de pronunciarse, es normal sentir dudas en cuanto a cuál es el modo correcto de escribir este vocablo, si como chubasquerro o de la siguiente forma chubasquero. Pero no queremos perder más tiempo para aclarar tus dudas, entre chubasquerro y chubasquero, la manera adecuada de escribir este vocablo es: chubasquero. Además de darte esta respuesta que estabas buscando, nos agradará presentarte otros aportes en los momentos en que sientas dudas en relación con en qué oportunidades se escribe ‘g’ y en qué casos se debe escribir ‘j’. De ese modo cada vez experimentarás menos titubeo del tipo ‘¿Se escribe chubasquero o a lo mejor se escribe chubasquerro?’

    chubasquero

    chubasquerro

    Sugerencia para escribir bien chubasquero

    Nunca te sientas dubitativo entre la palabra chubasquero y la palabra chubasquerro cuando debas escribir, puesto que únicamente existe una forma viable para escribir esta palabra como es debido, y es: chubasquero. El término chubasquerro simplemente no se encuentra en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Con el fin de que te sea más fácil recordar la manera en que deberías escribir chubasquero, creemos que te servirá de gran ayuda que tengas en cuenta la definición del diccionario:

  1. Abrigo impermeable Ámbito: España Sinónimo: impermeable Ejemplos:
  2. "Sobre la Albufera soplaba un viento frío que entumecía las manos de los pescadores, pegándolas á la percha. Los hombres llevaban gorros de lana hundidos hasta las orejas y no se quitaban el chubasquero amarillo, que al andar producía un frufrú de faldas huecas." Blasco Ibáñez, Vicente (1902) Cañas y barro. Valencia: Prometeo, p. 159