inexorable o inexorrable

    El término inexorable/ inexorrable ¿debe escribirse con ‘g’ o con la letra ‘j’?¿Estás indeciso entre escribir inexorable o tal vez el término inexorrable? No te inquietes, podemos ayudarte. A menudo nos encontramos con muchas personas que experimentan la misma duda que tú, y eso se debe a que en castellano tanto inexorable como inexorrable tienen una pronunciación similar. A causa de esta semejanza en su fonología, es habitual sentir dudas en cuanto a cuál es la manera adecuada de escribir este vocablo, hacerlo escribiendo inexorrable o lo que debes hacer es escribir inexorable. No queremos hacerte desperdiciar más tiempo para aclarar tus dudas, entre inexorrable y inexorable, la forma correcta de escribir este vocablo es: inexorable. A parte de obsequiarte con esta respuesta que estabas solicitando, nos agradará hacerte algunas aportaciones más para las situaciones en que te surjan dudas acerca de en qué circunstancias se debe escribir ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. En consecuencia cada vez experimentarás menos inseguridad del tipo ‘¿La forma correcta es escribir inexorable o tal vez inexorrable?’

    inexorable

    inexorrable

    Consejo para que logres escribir correctamente inexorable

    Nunca jamás deberías dudar entre la palabra inexorable y el término inexorrable cuando debas escribir, debido a que tan solo nos encontramos con una manera viable de escribir esta palabra de forma correcta, y es: inexorable. El término inexorrable simplemente no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Con el objetivo de que no vuelvas a tener dudas y recuerdes la forma en que deberías escribir inexorable, queremos aportarte su definición del diccionario:

  1. Imposible de convencer o de hacer sentir compasión, porque no cede a los ruegos.[ 1] Ejemplo:
  2. «-¡Ah!, señor, perdonad la vida a mi hermano... vos sois generoso... él era vuestro enemigo, pero es el último de su linaje. Tomad mi vida, haced lo que queráis de mí. ¿Veis? ¡Yo también era vuestra enemiga y estoy ahora llorando a vuestros pies...!, yo os pido por él; ¡ah!, no seáis inexorable a mis ruegos.» de Espronceda, José (1834). «Capítulo XLV», Sancho Saldaña. Consultado el 8 de julio del 2016.
  3. Que no se puede detener ni prevenir; inevitable. Ejemplo:
  4. «Hay veces, ¿quién lo duda?, en que la reparación del bien perdido puede cifrarse en el rescate de este mismo bien; en que cabe volcar la arena de la copa, para que el cristal resuene tan primorosamente como antes; pero si es la fuerza inexorable del tiempo, u otra forma de la necesidad, la causa de la pérdida, entonces la obstinación imperturbable resultaría actitud tan irracional como la conformidad cobarde e inactiva y como el desaliento trágico o escéptico. [...]» Rodó, José Enrique (1909). «X - Actitud en la desilusión y el fracaso. Todo bien puede ser sustituido por otro género de bien», Motivos de Proteo. Consultado el 8 de junio del 2016.