El vocablo
llaves/
llabes ¿se escribe con ‘g’ o con ‘j’?¿No estás seguro de la manera correcta de escribir, cuando debes escribir entre escribir el vocablo
llaves o bien la palabra
llabes? No te agobies, aquí estamos para ayudarte. Son numerosas las personas que sienten , como tú, esta duda, y pasa debido a que en español tanto
llaves como
llabes suenan igual. Por motivo de esta similitud a la hora de pronunciarse, es habitual tener dudas sobre cuál es la manera adecuada de escribir este término, si como
llabes o de la siguiente manera:
llaves.
No te queremos hacer desaprovechar más tiempo dando rodeos, entre
llabes y
llaves, la forma correcta de escribir este término es:
llaves. Además de darte esta respuesta que solicitabas, nos gustaría mostrarte algunas aportaciones importantes para cuando te encuentres con dudas sobre en qué circunstancias se escribe ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. De esta forma cada vez sentirás menos vacilación del tipo ‘¿El modo correcto será escribir
llaves o quizá es
llabes?’
Recomendación para ayudarte a escribir siempre del modo correcto llaves
Nunca te sientas dubitativo entre el término llaves y la palabra llabes cuando quieras escribir, pues tan solo hay una forma viable para escribir este término con corrección, y es: llaves. El término llabes sencillamente no corresponde a ninguna palabra que se encuentre en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Con la finalidad de que no se te olvide fácilmente cómo deberías escribir llaves, pensamos que puede ayudarte la definición del diccionario:
Forma del plural de llave Ejemplos: "Dos gramáticos, cargados de cejas y prolijos de barbas, vestidos a la antigua, con escarcelas al lado y llaves pendientes del cinto, eran porteros y guardas de aquellas puertas". de Saavedra Fajardo, Diego (1985 [1640]) República Literaria. Barcelona: Plaza & Janés, p. 84"¡Desventurada poesía, si hubieras tenido que seguirle alzando los picaportes y pidiendo las llaves al portero!". Gil Sanz, Álvaro (1871 [1830]) Noticias y juicios sobre Francisco Sánchez Barbero. Madrid: Rivadeneira, p. 557