abominación o abominazión

    La palabra abominación/ abominazión ¿se tiene que escribir con la letra ‘g’ o con ‘j’?¿Titubeas a la hora de decidir entre escribir abominación o tal vez la palabra abominazión? Tranquilo, te vamos a echar un cable. Nos encontramos ante un gran número de personas que sienten una inseguridad similar, y eso se debe a que en español tanto abominación como abominazión son muy similares en su pronunciación. Debido a esta semejanza en la pronunciación, es frecuente sentir dudas en cuanto a cuál es el modo acertado de escribir esta palabra, hacerlo escribiendo abominazión o lo que debes hacer es escribir abominación. No te queremos hacer desperdiciar más tiempo dando rodeos, entre abominazión y abominación, la forma acertada de escribir este término es: abominación. Amén de brindarte esta respuesta que solicitabas, nos agradará hacerte consideraciones que debes tener en cuenta en los momentos en que sientas dudas acerca de en qué oportunidades se escribe ‘g’ y en qué otras se debe escribir ‘j’. De esta manera cada vez experimentarás menos vacilación del tipo ‘¿La forma correcta es escribir abominación o quizá es abominazión?’

    abominación

    abominazión

    Consejo para que logres escribir siempre como es debido abominación

    No dudes entre la palabra abominación y la palabra abominazión cuando te veas en la necesidad de escribir, debido a que únicamente hay una forma viable de escribir esta palabra correctamente, y es: abominación. El término abominazión sencillamente no se encuentra en el diccionario de la RAE.

    Con el propósito de que puedas acordarte siempre de la manera en que se debe escribir abominación, te proporcionamos su definición del diccionario:

  1. Acción y efecto de rechazar algo por considerarlo desagradable o perjudicial.
  2. Cosa que resulta muy desagradable.
  3. Ídolo
  4. Idolatría o adoración de una falsa divinidad. Por extensión, lo que es impío. Historia:
  5. En Asia Menor y Grecia, en la Antigüedad se celebraban todos los años ciertas solemnidades en que se convertía la deshonestidad más escandalosa en honor divino. Eran fiestas llamadas abominaciones.