animismo o hanimismo

    El término animismo/ hanimismo ¿debe escribirse con la letra ‘g’ o con ‘j’?¿No estás seguro de la forma acertada de escribir, a la hora de escribir entre escribir el término animismo o a lo mejor la palabra hanimismo? Tranquilo, te podemos ayudar. Nos encontramos ante un gran número de personas que experimentan una inseguridad similar, y eso es porque en castellano tanto animismo como hanimismo suenan igual. Por motivo de esta similitud a la hora de pronunciarse, es frecuente sentir dudas en cuanto a cuál es la forma acertada de escribir esta palabra, si hanimismo o de la siguiente manera: animismo. No te queremos hacer malgastar más tiempo en sacarte de dudas, entre hanimismo y animismo, la manera adecuada de escribir este vocablo es: animismo. A parte de ofrecerte esta contestación que solicitabas, nos agradará ofrecerte más aportaciones para cuando te encuentres con dudas con respecto a en qué circunstancias se escribe ‘g’ y en qué otras se debe escribir ‘j’. De esta forma cada vez sentirás menos titubeo del tipo ‘¿La forma correcta es escribir animismo o quizá es hanimismo?’

    animismo

    hanimismo

    Propuesta para ayudarte a escribir del modo correcto animismo

    Nunca jamás dudes entre animismo y la palabra hanimismo cuando te veas en la necesidad de escribir, dado que tan solo existe una manera posible para escribir esta palabra adecuadamente, y es: animismo. La palabra hanimismo sencillamente no arroja ningún resultado cuando lo buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Con el propósito de que encuentres un sistema que te ayude a recordar la forma en que se debe escribir animismo, queremos aportarte su definición del diccionario:

  1. Creencia religiosa que ve la existencia de un espíritu o ánima, tras cada ser, cosa o fenómeno natural, atribuyéndoles propiedades divinas o sobrenaturales.
  2. Doctrina médica inventada por Georg Ernst Stahl a fines del siglo XVII, con la que se apartó del espíritu científico que admite que el conocimiento humano es incompleto y que está en constante revisión, eliminando la incertidumbre del no saber, mediante el recurso simplista de apelar al "ánima" para explicar todo lo que la ciencia de su época no podía resolver.