aurícula o aurrícula

    La forma correcta de aurícula/ aurrícula ¿debe escribirse con la letra ‘g’ o con ‘j’?¿Sientes indecisión entre escribir aurícula o a lo mejor el término aurrícula? No te preocupes, aquí estamos para ayudarte. Existe un gran número de personas que experimentan cierto titubeo, y eso es debido a que en castellano tanto aurícula como aurrícula suenan igual. A causa de esta semejanza en la pronunciación, es común no estar seguros de cuál es la forma adecuada de escribir este vocablo, si como aurrícula o de la siguiente manera: aurícula. Tranquilo, que no te haremos malgastar más tiempo en sacarte de dudas, entre aurrícula y aurícula, la forma correcta de escribir este vocablo es: aurícula. Amén de brindarte esta respuesta que estabas solicitando, desearíamos enseñarte otros aportes para cuando te surjan dudas con respecto a en qué circunstancias se debe escribir ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. En consecuencia cada vez sentirás menos dudas del tipo ‘¿Debería escribir aurícula o quizá es aurrícula?’

    aurícula

    aurrícula

    Consejo para escribir siempre como es debido aurícula

    Nunca jamás te sientas dubitativo entre el término aurícula y la palabra aurrícula cuando debas escribir, ya que solo existe una manera posible de escribir este término como es debido, y es: aurícula. El término aurrícula simplemente no corresponde a ninguna palabra que se encuentre en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Para que recuerdes mejor la forma en que deberías escribir aurícula, pensamos que puede ayudarte su definición del diccionario:

  1. Cavidad superior del corazón de los mamíferos, aves y reptiles, que recibe la sangre del cuerpo y la impulsa hacia el ventrículo. En el hombre y demás mamíferos está en número par, separados ambas aurículas por un septo. La aurícula derecha lleva la sangre venosa hacia el ventrículo derecho, en tanto que la aurícula izquierda, recibe la sangre arterial de los pulmones y la lleva al ventrículo izquierdo. Sinónimo: aurícula cardiaca .
  2. Prolongación de la parte inferior del limbo de las hojas, terminadas en punta, que antiguamente se comparaba con la forma de la oreja o el corazón.