El vocablo
brizna/
brrizna ¿se tiene que escribir con ‘g’ o con ‘j’?¿Sientes indecisión entre escribir
brizna o a lo mejor el vocablo
brrizna? No te inquietes, aquí encontrarás ayuda. Son muchas las personas que experimentan la misma duda que tú, y eso se debe a que en español tanto
brizna como
brrizna se parecen mucho a la hora de pronunciarse. Debido a este parecido en su sonido, es habitual tener dudas sobre cuál es el modo acertado de escribir esta palabra, si como
brrizna o de la siguiente manera:
brizna.
Pero no queremos malgastar más tiempo en darte una respuesta, entre
brrizna y
brizna, la manera adecuada de escribir este vocablo es:
brizna. Además de obsequiarte con esta respuesta que buscabas, es importante para nosotros brindarte otras aportaciones para las situaciones en que te encuentres con dudas acerca de en qué circunstancias se debe escribir ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. Así cada vez sentirás menos vacilación del tipo ‘¿Se escribe
brizna o acaso es
brrizna?’
Consejo para escribir correctamente brizna
Nunca jamás deberías dudar entre la palabra brizna y la palabra brrizna cuando debas escribir, debido a que únicamente existe una forma viable para escribir esta palabra de forma correcta, y es: brizna. El término brrizna simplemente no se encuentra en el diccionario de la RAE.
Para que recuerdes mejor la forma en que se debe escribir brizna, queremos aportarte su definición del diccionario:
Parte muy delgada, como un hilo o hebra, especialmente de hojas, plantas y frutos. Variante: brinza (poco usado). Hiperónimo: filamento . Hipónimos: brin , estípula , zurrapa . Relacionados: ápice , hilacha , mota , paja , pelo .Porción mínima o diminuta de algo.[ 2] Sinónimos: ápice , brusca , burusca , grisma , mirringa , ñizca , ostugo , pichintún , pichichuela , pizca , pringo . Relacionados: gota , migaja , nada , pelo .Lluvia o brisa fina y suave. Ámbito: América.[ 2] Sinónimos: llovizna , sirimiri . Relacionados: bajareque , calabobos . Ejemplo: «Volaron hasta pasar por debajo del arco iris fosforescente de la noche; entonces, una suave brizna mojó las alitas de Gus» Romero Gutiérrez, Astrid (1999). Cuentos de ángeles para niños, 52.
