decretarse o decretarze

    La forma correcta de decretarse/ decretarze ¿debe escribirse con ‘g’ o con ‘j’?¿Tienes dudas entre escribir el término decretarse o tal vez la palabra decretarze? Tranquilo, te vamos a echar un cable. Son muchas las personas que experimentan , como tú, esta duda, y pasa debido a que en español tanto decretarse como decretarze tienen una pronunciación similar. Debido a esta similitud a nivel fonológico, es usual no estar seguros de cuál es la forma correcta de escribir esta palabra, si como decretarze o lo que debes hacer es escribir decretarse. Pero no queremos desperdiciar más tiempo en darte una respuesta, entre decretarze y decretarse, la manera adecuada de escribir esta palabra es: decretarse. A parte de obsequiarte con esta respuesta que estabas buscando, sería para nosotros un placer mostrarte algunas aportaciones importantes en los momentos en que te surjan dudas en relación con en qué oportunidades se escribe ‘g’ y en qué otras se debe escribir ‘j’. De ese modo cada vez experimentarás menos inseguridad del tipo ‘¿El modo correcto será escribir decretarse o tal vez decretarze?’

    decretarse

    decretarze

    Sugerencia para que logres escribir siempre como es debido decretarse

    No te sientas dubitativo entre la palabra decretarse y la palabra decretarze cuando te veas en la necesidad de escribir, pues solo existe una manera viable para escribir este término adecuadamente, y es: decretarse. El término decretarze simplemente no aparece en el diccionario de la RAE.

    Con el fin de que no vuelvas a tener dudas y recuerdes la forma en que se debe escribir decretarse, te proporcionamos su definición del diccionario:

  1. Hacer una afirmación o declaración tajante o firme sobre uno mismo, generalmente sobre una decisión, descubrimiento o percepción. Uso: figurado, se emplea también como transitivo: decretar Relacionados: declararse , decidir . Ejemplo:
  2. «El nunca entendió por qué no lo dejé amaestrarme y yo me decreté frígida» Aldaburu, María Inés, et al (1982). Diario colectivo. Ediciones La Campana, pág. 164.