hollejo o hollego

    El vocablo hollejo/ hollego ¿debe escribirse con la letra ‘g’ o con ‘j’?¿No estás seguro de la forma correcta de escribir, en el momento de escribir entre escribir hollejo o bien el término hollego? Tranquilizate, podemos ayudarte. Son numerosas las personas que sienten cierto titubeo, y pasa porque en castellano tanto hollejo como hollego suenan del mismo modo. A raíz de esta similitud en su sonido, es normal tener dudas sobre cuál es la manera adecuada de escribir este término, si hollego o lo que debes hacer es escribir hollejo. No te queremos hacer perder más tiempo en darte una respuesta, entre hollego y hollejo, el modo adecuado de escribir este término es: hollejo. Además de ofrecerte esta respuesta que buscabas, sería para nosotros un placer mostrarte algunas aportaciones más para aquellos momentos en que te encuentres con dudas sobre en qué oportunidades se debe escribir ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. En consecuencia cada vez tendrás menos inseguridad del tipo ‘¿Debería escribir hollejo o tal vez hollego?’

    hollejo

    hollego

    Recomendación para que logres escribir siempre del modo correcto hollejo

    No te sientas dubitativo entre hollejo y el término hollego cuando quieras escribir, dado que solamente nos encontramos con una manera posible para escribir esta palabra adecuadamente, y es: hollejo. La palabra hollego sencillamente no corresponde a ninguna palabra que se encuentre en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

    Para que puedas acordarte siempre de cómo es preciso escribir hollejo, pensamos que puede ayudarte su definición del diccionario:

  1. Pericarpio o epidermis de algunas fruta s y hortaliza s, en especial de la uva . Sinónimo: casca . Hiperónimos: cáscara , piel . Ejemplo:
  2. «Se lleva el líquido formado por la pulpa, el hollejo y las semillas, a piletas de cemento revestidas de pinturas epoxi y se le somete a sulfitado (o también sulfito de potasio) que inhibe la flora silvestre que contiene el hollejo de la uva» Salinas, Rolando (1988). Alimentos y nutrición. Bromatología aplicada a la salud. Buenos Aires: El Ateneo, 182.