El término
manazas/
manasas ¿cómo se escribe?¿Te sientes indeciso a la hora de escribir entre escribir la palabra
manazas o bien escribir el vocablo
manasas? No debes apurarte, aquí estamos para ayudarte. Son muchas las personas que experimentan una inseguridad similar, y ocurre porque en castellano tanto
manazas como
manasas se pronuncian del mismo modo. A causa de este parecido a nivel fonológico, es habitual tener dudas sobre cuál es la forma adecuada de escribir este vocablo, si
manasas o de la siguiente forma
manazas.
Pero no queremos desaprovechar más tiempo en darte una respuesta, entre
manasas y
manazas, el modo adecuado de escribir este término es:
manazas. A parte de ofrecerte esta contestación que estabas solicitando, es importante para nosotros presentarte otras aportaciones en los momentos en que sientas dudas en relación con en qué ocasiones se debe escribir ‘g’ y en qué casos se debe escribir ‘j’. En consecuencia cada vez tendrás menos inseguridad del tipo ‘¿La forma correcta es escribir
manazas o quizá es
manasas?’
Consejo para que escribas correctamente manazas
Nunca jamás debes dudar entre la palabra manazas y el término manasas cuando debas escribir, puesto que únicamente existe una forma posible para escribir esta palabra adecuadamente, y es: manazas. El término manasas sencillamente no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Con el propósito de que no se te olvide fácilmente la forma en que deberías escribir manazas, la definición del diccionario:
Que es torpe en el manejo de objetos y los suele romper o estropear con facilidad. Ámbito: España. Sinónimos: manos de estómago (México), manito de hacha (Chile). Ejemplo: «-¿Que le pasa a esta llave? -dijo el encargado del almacén a Joaquín. -Nada, que se ha pasao de rosca. -El que está pasao de rosca eres tú. Ya podías tener más cuidao con las herramientas. -No es para tanto -dijo Enrique al tiempo que entregaba las suyas. -Esa llave estaba muy vieja. -Ni vieja ni nada; es que Joaquín es un manazas» López Salinas, Armando (2000). Año tras año. Salamanca: Editorial Alcayuela, 102.