lejos o lejoz

El vocablo lejos/ lejoz ¿cómo se escribe?¿Te sientes indeciso a la hora de escribir entre escribir lejos o bien lejoz? No te agobies, aquí encontrarás ayuda. Existe un gran número de personas que sienten cierto titubeo, y eso se debe a que en español tanto lejos como lejoz suenan igual. A causa de este parecido en su fonología, es normal tener dudas sobre cuál es la manera adecuada de escribir este término, si lejoz o de la siguiente manera: lejos. Pero no queremos desaprovechar más tiempo para aclarar tus dudas, entre lejoz y lejos, la forma correcta de escribir esta palabra es: lejos. Amén de obsequiarte con esta respuesta que estabas buscando, nos gustaría hacerte algunas aportaciones más en los momentos en que se te manifiesten dudas sobre en qué ocasiones se debe escribir ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. De esta manera cada vez tendrás menos dudas del tipo ‘¿El modo correcto será escribir lejos o quizá es lejoz?’

Consejo para que logres escribir del modo correcto lejos

No dudes entre el término lejos y el término lejoz cuando te veas en la necesidad de escribir, dado que tan solo hay una manera viable para escribir esta palabra como es debido, y es: lejos. La palabra lejoz simplemente no se encuentra en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

Con la finalidad de que puedas acordarte siempre de el modo en que se debe escribir lejos, te aportamos la definición del diccionario:

A gran distancia. Antónimo: cerca Ejemplo:

"Mas, si había muerto, ¿qué hacía don Martín tan lejos de su tumba, tan lejos del cielo o del infierno, atormentado por los diablos de la calle de la Merced en Arequipa, cuando su tumba debería hallarse en Lima, a tantas leguas de distancia?". Ávarez Sáenz, Félix (2000) Madre sacramento, Asunción: Arandura, p. 208

Por extensión y figuradamente, de manera muy distinta. Ejemplo:

"Desde luego son extremadamente graves los males que pesan sobre una Nación cuando pierde su independencia. Sujeta entonces a un soberano, cuyos sentimientos lejos de ser los de un padre hacia sus hijos, se dirigen sólo a consolidar su dominio, fluctúa miserablemente entre la indiferencia y las desconfianzas del príncipe." De Monteagudo, Bernardo (1815) Libertad política y civil, en Escritos políticos (Ed. Mariano A. Pelliza), Buenos Aires: La Cultura Argentina.