peluquín o peluquím

    El término peluquín/ peluquím ¿cómo se escribe?¿No estás seguro del modo correcto de escribir, cuando debes escribir entre escribir peluquín o bien el término peluquím? No debes apurarte, aquí encontrarás ayuda. Son muchas las personas que experimentan una inseguridad similar, y ocurre porque en español tanto peluquín como peluquím se parecen mucho a la hora de pronunciarse. A causa de esta semejanza en la pronunciación, es usual tener dudas sobre cuál es el modo acertado de escribir esta palabra, si peluquím o como peluquín. No vamos a desperdiciar más tiempo en darte una respuesta, entre peluquím y peluquín, la manera adecuada de escribir esta palabra es: peluquín. Además de brindarte esta respuesta a la pregunta que te hacías, nos agradará ofrecerte algunas aportaciones más para aquellos momentos en que te surjan dudas sobre en qué oportunidades se escribe ‘g’ y en qué otras se escribe ‘j’. De esta manera cada vez experimentarás menos dudas del tipo ‘¿Debería escribir peluquín o quizás debo escribir peluquím?’

    peluquín

    peluquím

    Recomendación para que logres escribir siempre como es debido peluquín

    Nunca jamás debes dudar entre peluquín y la palabra peluquím cuando debas escribir, ya que solo nos encontramos con una forma posible para escribir esta palabra adecuadamente, y es: peluquín. La palabra peluquím sencillamente no se encuentra en el diccionario de la RAE.

    Con el propósito de que no se te olvide fácilmente el modo en que es preciso escribir peluquín, te aportamos su definición del diccionario:

  1. Peluca pequeña que no cubre totalmente la zona del cuero cabelludo.
  2. Ejemplo:
  3. «Por la noche van a un motel, las mujeres a una habitación, el hombre a la otra. Frente al espejo, Coral discute con Irene, que desea irse con el marido. La novia logra escapar a la vigilancia y se mete a la habitación de Nicolás, faltando poco para sorprenderlo sin el peluquín» Paranaguá, Paulo Antonio (1997). Arturo Ripstein. Madrid: Cátedra, 280.
  4. Peluca con coleta y bucles utilizada en los siglos XVIII y XIX.
  5. Ejemplo:
  6. «Otro, sentado en un banquillo, con una capa de grana llena de chorreaduras de aceite, un peluquín rubio, con su casaca negra, sus calzones amarillos y en calcetas, sin licencia del ordinario, y a pesar de todos los concilios habidos y por haber, se pone a predicar pláticas morales sobre la avaricia, sobre la gula, sobre la lujuria» Fernández de Moratín, Leandro (1991). Viaje a Italia. Madrid: Espasa-Calpe, 410.